Logo 360 en concreto

  • Regístrate
  • Inicia sesión
  • Ayuda

Argos

  • {{item.CategoryName}}
     

    {{item.CategoryName}}

    {{item.CategoryText}}

    • {{submenu.CategoryName}} {{submenu.CategoryName}}
  • {{item.CategoryName}} {{item.CategoryName}}
Blogbreadcrumb separatorDetalle
1899

Jorge Botero: arte en cemento y concreto

{{authorSel.Nombre}}

{{authorSel.Nombre}}

{{authorSel.Profesion}}

Innovación y tendencias
Innovación y tendencias
Tiempo de lectura: 7 minutos
Comentarios: 0
Tamaño de letra
Resumen:

Esculturas pictóricas o pinturas matéricas, la obra del artista caleño Jorge Botero se mueve entre los límites de la plasticidad escultórica y la disrupción de la formalidad pictórica: el volumen, el movimiento y el uso de materiales poco tradicionales se funden en una amalgama creativa que sorprende.

Tanto si se trata de sus cuadros-escultura o de sus objetos de arte, Jorge Botero experimenta con materiales poco convencionales buscando un punto de contacto con el espectador a partir de metáforas, formas y “brochazos” que ofrecen una impresión de levedad difícil de imaginar para una obra hecha de concreto.

En la obra de Jorge Botero una cama de arena sirve de lienzo, un puñado de cemento se convierte en óleo y un palustre se transforma en pincel. La indagación y la experimentación que hace del material confieren a su obra un lenguaje personal orgánico, geométrico, ecléctico.

Jorge Botero

Un cuadro-escultura de Jorge Botero puede pesar cerca de 30 kilos. Foto: Verónica Echeverry

El hallazgo deliberado más que fortuito, el rigor intelectual, la mecánica y el movimiento están presentes en el conjunto de piezas que componen la obra de Jorge Botero. Lejos del monocromático gris con el que se asocia el cemento, Botero logra tonalidades cobrizas, ocres y tierra en trazos decididos que crean composiciones insospechadas tras el encuentro en el lienzo con objetos abandonados: varillas, plomadas, cadenas de bicicleta, ruedas, jaulas, trampas para ratón y bisagras oxidadas.

Al igual que Isaac Cordal, con sus hombrecitos esculpidos en concreto, la ciudad juega un papel importante en su obra; es allí donde encuentra los elementos para su creación: los hallazgos de vestigios urbanos como hierro, metal, chatarra y objetos olvidados configuran su propia arqueología del presente y completan la sintaxis de su obra.

Arquitecto, ecólogo y artista, Botero ha encontrado en el cemento y en la mezcla del mismo con agua, grava, pigmentos y arena, un material de posibilidades infinitas para crear objetos de arte.

Nos reunimos con él en la galería Al Corriente donde ha expuesto sus “óleos” de cemento y su arte en concreto, bajo la curaduría de Beatriz Matamoros y Valeria Ruíz.

Jorge Botero

Jorge Botero lleva 30 años experimentando con el concreto. En la foto cuadro-escultura con elementos de concreto y hierro. Foto: Verónica Echeverry

Jorge Botero

Usted es arquitecto, ¿por qué decide dedicar parte de su vida al arte?

Creo que nací con vena artística, mi madre era una mujer muy creativa, estudió diseño textil, hacía trajes para toreros… De niño me recuerdo armando y transformando cosas.

Quise estudiar Bellas Artes pero en aquel entonces no era una opción bien vista por mi familia, así que estudié Arquitectura, y no me arrepiento, pues el manejo espacial y el sentido de crear cosas para la gente son habilidades que me ha dado el oficio arquitectónico y que son fundamentales en mi obra.

Tras graduarme, me dediqué a la prefabricación y al trabajo con el sistema Cortina para construcción industrializada de viviendas. Ahí aprendí mucho sobre el concreto. Luego anduve cuatro años por el Guavio, Arauca, Saravena y toda esta zona roja del país, trabajando con petroleras como director de obra de los campamentos.

Fue en estos años que comencé a experimentar con el cemento y a hacer mis primeras esculturas en concreto sin otro afán que ocupar mis momentos de ocio. Estas esculturas en concreto eran un santuario personal… no pensaba que fueran a interesarle a nadie, sin embargo la unión del concreto y el hierro resultó atractiva y la gente comenzó a pedirme esculturas para decorar sus casas… En Arauca quedaron muchos de mis primeros trabajos.

¿Cuál fue su primera obra?

Va a sonar un poco lúgubre pero mis primeras obras eran lápidas de memoria. Lo primero que hice fue un autorretrato de mi familia a base de ángulos metálicos. Esto fue en el año de 1985. Luego seguí experimentando con el cemento y muy prontamente encontré un formato y unas proporciones que conservo en mi obra.

¿Qué proceso creativo sigue para crear sus obras?

Hay dos formas de creación, mi obra es de hallazgos, de manera que la comunicación con el objeto hallado es vital. Siempre parto del objeto, de interpretar la historia que me cuenta. A veces lo que resulta no se parece en nada al objeto original, pero es fundamental que la historia parta del objeto.

Comienzo a trabajar muy temprano, la madrugada es parte de mi vida. A las 10:00 de la mañana, por lo general, ya tengo el tema, la formaleta y luego lo que hago es fundir y echarme la bendición porque una vez que el concreto se funde ya no hay vuelta atrás.

La otra forma de creación es cuando trabajo sobre geometrías. Son obras más matemáticas con las que no me doy tanta libertad como en el caso de los hallazgos.

Jorge Botero

La degradación del medio ambiente es un tema constante en la obra de Jorge Botero. Foto: Verónica Echeverry

¿Qué le encuentra al cemento y al concreto como materiales de trabajo?

Lo mío con estos materiales es una historia de amor a primera vista. Yo en el cemento veo un elemento de expresión y le encuentro tantas posibilidades que no necesito óleos, ni acuarelas ni nada, además, creo que no lograría la misma fuerza expresiva con estos materiales. El cemento es un material tan noble y versátil que incluso permite crear obras de estilo impresionista.

El concreto, además, es divertido. Yo disfruto explorando el material:  utilizo herramientas propias de los obreros y maestros de obra como palustres y espátulas, pero también recurro a cepillos de dientes, cucharas de plástico, alambres… ¡de todo! Entonces esa exploración del material es una delicia.

¿Cuáles son las dificultades y las bondades de trabajar con el concreto?

Lo más difícil son los vaciados porque si se le zafó la formaleta, el reguero es horrible, lo otro es que el tiempo de secado no te permite manipular mucho la obra.

Lo más bondadoso es el desmoldado, es emocionante saber qué pasó porque todo lo que fundo, lo cubro y lo dejo así hasta el otro día, entonces siempre espero la mañana para ver qué pasó con lo que fundí, es como en Navidad cuando no puedes dormir porque quieres saber qué te dejaron en el árbol. Eso es muy bueno, porque si de repente no te encuentras con el resultado esperado, aprendes del error y ya la próxima no te equivocas.

¿Qué tipo de formaletas o moldes utiliza como lienzo?

En el caso de los retablos, utilizo capas metálicas para generar volúmenes. También la arena sirve como formaleta, te permite hacer figuras muy orgánicas.

¿Dónde encuentra sus “objetos hallados”?

Para mí el centro comercial más chévere que hay en Bogotá se llama barrio Ricaurte, allá encuentro muchos cacharros, luego está también la tierra roja de Boyacá, las piedras las he conseguido en La Guaira, Venezuela. Me encantan las plazas de mercado, las jaulas, las piedras de río… de todo lado yo recojo.

¿Cómo define su arte?

Prefiero no hacerlo. Algunos lo han llamado modernismo escultórico.

En su obra está el tema de los hallazgos arqueológicos, del rito fúnebre, del progreso, ¿cuál es su búsqueda como artista?

Conciencia del hombre y la naturaleza, por eso me voy a lo fúnebre y a lo fértil. La máquina del progreso, el acaparamiento de los océanos, la dualidad entre lo urbano y lo rural, las heridas en la tierra, son algunos de los temas sobre los que me gusta tender puentes de reflexión con el público. Herida es un nombre feo para una obra pero más allá de la estética quiero sacudir al espectador.

¿Qué desea lograr como artista?

Aparte de seguir ofreciendo una experiencia pictórica, quiero lograr unas líneas de diseño claras con el hierro y con el concreto como arte decorativo de alto valor estético.

El taller de Jorge Botero se encuentra en Bogotá, quienes estén interesados en su obra pueden contactar al artista a través del correo electónico: jeebotero@hotmail.com. 

Arquitecto, ecólogo y artista, Botero ha encontrado en el cemento y en la mezcla del mismo con agua, grava, pigmentos y arena, un material de posibilidades infinitas para crear objetos de arte.

Comparte en
Tweet

Conclusión

El taller de Jorge Botero se encuentra en Bogotá, quienes estén interesados en su obra pueden contactar al artista a través del correo electónico: jeebotero@hotmail.com. 

Temas clave:

Cemento Arquitectura Arte
Califica este artículo
Rate this article:
5.0
Comparte en
Compartir
Tweet
Agregar a favoritos
Agregado a favoritos Eliminado de favoritos

¿Quieres comentar?

Este campo es requerido. Mínimo 4 caracteres.
Ingrese un email válido
Este campo es requerido. Mínimo 5 caracteres.

{{comment.AnonymName}}

Responder

{{ commentTwo.AnonymName }}

  • {{page}}

ACERCA DEL AUTOR

{{authorSel.Nombre}}

{{ authorSel.Nombre }}

Profesión: {{authorSel.Profesion}}

País: {{authorSel.Pais}}

{{authorSel.Descripcion}}

Ver más del autor

Please login or register to post comments.

Theme picker

Suscríbete a nuestro boletín mensual y recibe novedades del mundo del concreto.

Enlaces rápidos

  • Mapa de sitio
  • Términos y condiciones

Sobre Argos

  • Acerca de Argos
  • Conoce nuestros productos
  • Contáctanos
  • Visita www.argos.co/colombia

Endoso Argos

© Copyright argos 2020

 

¡inicia sesión!

Ingrese un correo válido.

El usuario o contraseña ingresados son incorrectos.

Volver ¿Has olvidado la contraseña?
¿No tienes cuenta aún?- Regístrate