Para el mejor comportamiento de las estructuras hidráulicas se requiere satisfacer no solo los requisitos de diseño y calidad de los materiales. Es importante llevar a cabo procesos constructivos que garanticen concretos densos, no porosos, durables, impermeables, resistentes al ataque químico y con un nivel de agrietamiento mínimo. Lo anterior significa un alto nivel de control de calidad para garantizar la impermeabilidad del concreto. No debe olvidarse además, que el agua almacenada participa activamente en el curado a largo plazo del concreto, mejorando su impermeabilidad. Debe brindarse especial atención y cuidado para garantizar la protección del acero de refuerzo con el fin de evitar su corrosión.

Tanques de agua en plantas de tratamiento, donde existe una presencia importante de agentes agresivos.
Crédito: Flickr – Gobierno de Aguascalientes
T2 Juntas
Las juntas en las estructuras hidráulicas y en general en el concreto son necesarias por varias razones: se forman por la simple suspensión del vaciado y continuación posterior en procesos de vaciados programados por etapas. Adicionalmente, los cambios de volumen generados por la contracción y cambios de temperatura generan esfuerzos de tracción y compresión que pueden controlarse mediante juntas y evitar con ello la fisuración.
Especial consideración merece el diseño de juntas para que su ubicación se realice de manera apropiada no solo en su distribución como también en su reforzamiento con máximo cuidado de la barrera que contenga. Las juntas son discontinuidades de la estructura dispuestas de forma transitoria o permanente, las cuales pueden construirse o inducirse según la conveniencia. Estas juntas se pueden considerar sin movimiento o con él. Las juntas de construcción ya mencionadas corresponden a la simple unión entre distintos vaciados.

Pie de foto: Presa de Soria en Gran Canaria, donde se observan problemas de corrosión del acero de refuerzo.
Crédito: Flickr – Juan Ramón Rodríguez Sosa
T3 Juntas con movimiento
Las juntas con movimiento corresponden al control de esfuerzos y corresponden a las denominadas juntas de aislamiento, juntas de expansión o juntas de contracción. Las primeras corresponden a la separación completa entre las partes permitiendo los movimientos de expansión y contracción además del desplazamiento del cortante. Las juntas de expansión permiten el control tanto de la expansión como de la contracción, en tanto que con las juntas de contracción se disipan los efectos del encogimiento restringido del concreto.
T3 Juntas de construcción
No existen reglas exactas para ubicar las juntas de construcción. Debe evaluarse el mejor equilibrio en cuanto a la cantidad de juntas en razón de la relación indirecta en cuanto al reforzamiento: a más juntas menos refuerzo, a menos juntas más refuerzo.
Es recomendable que las juntas de construcción se localicen en los lugares donde se proyectan construir las juntas de expansión o contracción. En caso de que no sea así, la junta de construcción debe tomarse como si se tratara de una junta de contracción. En ese proceso la mejor recomendación es la rugosidad del concreto endurecido y el humedecimiento al nivel de saturación seca de la superficie que recibirá el nuevo concreto.
T3 Juntas de contracción
Las juntas de contracción consisten en la creación de un plano débil en el elemento estructural para dispar los esfuerzos y forzar la fisuración en ese lugar. A veces se recurre a la elaboración de una llave como recurso para la transferencia de las fuerzas cortantes. Estas juntas de contracción pueden ser totales o parciales en función de la cuantía del refuerzo que cruce la junta. Dada esta situación es necesario garantizar la protección del acero pasante mediante un sellador elastomérico apropiado para juntas sumergidas o húmedas y evitar la corrosión
Las juntas de expansión incluyen un material (mejor el hule que el PVC) debidamente empotrado a lado y lado de la junta que impide el paso del agua.

Construcción de puertos en concreto.
Crédito: Flickr – davidhv22
T2 Recomendaciones
Otro factor importante requerido para el concreto es la baja relación agua / material cementante con un adecuado nivel de trabajabilidad, la cual se incrementa con aire incorporado que permite además, disminuir la segregación y exudación.
Las puzolanas y los agentes reductores de agua son los recursos con los que se consigue no solo el mejor manejo del concreto en el proceso constructivo, sino mayor impermeabilidad. Sin embargo, no debe olvidarse la importancia del curado.
En general, algunas de las recomendaciones para conseguir la estanqueidad de una estructura hidráulica se logran a partir de ciertos requisitos como por ejemplo:
- Formaleta lisa y de buena calidad.
- Diseño adecuado de mezcla en lo concerniente a dosificación, colocación y curado.
- Apropiado proceso de vaciado.
- Fisuras de ancho y profundidad mínima.
- Juntas debidamente espaciadas y diseñadas con barreras impermeables.
- Separadores debidamente espaciados, de tamaño apropiado según el recubrimiento previsto para el acero de refuerzo.
- Exigente curado.
PUBLICACIÓN AUTORIZADA POR LA REVISTA NOTICRETO, DE PROCEMCO